jueves, 19 de julio de 2012

Música triste


Los focos y los dados eran el miedo,
El cielo el que rozaba mi mirada,
Y mis manos las que rozaban el cielo...
Y la lluvia hacía la piel mojada.
Mis palabras hacían el viento
La luna tímida y apagada,
Y yo en la oscuridad oyendo:
La tristeza  de las palabras,
Que en notas se iban convirtiendo,
Toda la felicidad hecha segundos u horas,
Que lentamente se iba perdiendo,
Pero como todas y cada una de las melodías,
Tienen un final y claro... un comienzo,
Haciendo más clara nuestra vida,
Haciéndonos perder y ganar el miedo.

Triste poema de amor


Nuestros pies estaban lastimados y cansados,
Pero amor... en verdad fueron horas lo que caminamos,
Lo sé, tal vez ahora te pese, pero, ¿recuerdas todo lo que pasamos?
No fueron horas ni segundos lo que esperamos,
Todos sabemos que tenemos nuestros días jodidamente contados.

Tal vez pienses que todo fue una esporádica situación,
Tal vez pienses que lo único que quiero es hacer que te sientas peor
Yo... yo solo quiero que todo lo que te digo aquí y ahora,
No sea más que el dolor de un poeta encerrado en una canción.

Ahora bien sabes que ninguna de estas palabras es necesaria,
Que  aunque nuestras piernas estén por romperse,
Aun podemos  seguir por este camino infinito de vida corta y extraña,
Que aunque nuestra alma y el corazón estén llenos de cicatrices,
Aun podemos ver el siguiente cruce de caminos a una distancia muy lejana.


Espejos siniestros y macabros


La sombra solo susurro con un silbido lo siguiente: Effumord! Y entonces desapareció dentro de uno de los cientos espejos que los rodeaban; en un instante las ultima gotas de miedo habían salido de los ojos de Phillipa y en su rostro y manos ya no había el mas mínimo rastro de vida, salvo sus extremidades que se movían muy lentas y moribundas, y al igual que una marioneta comenzó a caminar como si sus pies supieran a donde iban, así paso por días, mientras la gente no le daba importancia mientras lo veían pasar entre la gente, hasta que llego a la ciudad y cuando una voz entre las muchas que había en ese momento grito su nombre.

           —   Hey! Phillipa! dijo Jack— Soy yo!

Phillipa se detuvo y cayó de rodillas mirando al cielo mientras su cuerpo se deshacía en miles de revoloteantes mariposas negras que rápidamente escapaban siguiéndose unas a otras hacia uno de los espejos más próximos, atravesándolos, y solo hasta que la ultima mariposa cruzó el espejo, todos estallaron en mil pedazos haciendo una hermosa y mortal lluvia resplandeciente... 

sábado, 14 de julio de 2012

¿Llovía?


Dirías que tienen razón,
Ellos no existen,
Bah! El está allá afuera,
“Tus ojos tan perfectos como una gota de agua”
Una casa junto al mar,
Dormiremos cada noche bajo aquellas,
Si,  eran hermosas estrellas,
Deseos les pedimos,
“Eres tan bella”
Chico Enmarañado,
Aun niño  de suéter roto y gafas
Su corazón era un chorro de gotas al suelo,
La puerta sigue cerrada,
Yo esperaré como lo has dicho,
¿Recuerdas si llovía?
O acaso las gotas malsonantes...
“Eran pasos apresurados”
Era mi oreja a su pecho...
“Bajaba la calle con el alma herida”
Los faroles miraban nuestra cabeza,
Dos pasos míos uno y medio de él,
“El los miro de Frente”
Llovía
“eran días secos”
Gotas incesantes se acercaban a nosotros,
“Como pasos rápidos corriendo hacia ustedes”
Tal vez solo era su corazón,
Mi cabeza sobre su pecho
Sus brazos alrededor de mí como cada noche,
Llovía,
Los rayos estaban ausentes,
Uno nos agarro por sorpresa,
Quizás dos,
“Estabas muriendo en la acera”
El dormía como cada noche,
Yo sobre él,
Sus brazos alrededor de mí,
“¿Llovía?”
Ya no
Pero nos casaremos mañana
El me espera, esta allá afuera,
“Dos metros bajo tierra,
aquel Rayo fué un disparo"

miércoles, 11 de julio de 2012

Pesadillas y miedo de niños

El se acercaba a la puerta,
Su respiración era lenta,
Sus pasos siempre estaban ahí,
Sonaban en el suelo los últimos segundos antes de dormir,
Se acercaba a la perilla,
Pretendía girarla,
Pero él prefería la agonía psicológica,
Me miraba por debajo de la puerta,
Dilatados ojos rojos,
Entonces su sombra bailaba,
Sus uñas arañaban el suelo,
El vapor escapaba de su nariz y barría con todo y viento,
Era todo!...
Otra vez estaba incado en la cama con la sabana encima,
Poca luz del pasillo.
Y la sombra de su larga mano se paseaba frente a mi cara cubierta.
La sabana cae,
Sus patas se arrastran poco a poco debajo de la cama,
Asomo debajo de la cama,
Oscuro.
Un parpadeo rojo brillante.
Un parpadeo de niño asustado,
El ya se arrastraba dando la vuelta por el pasillo,
Haciendo sonar las uñas otra vez,
El reía muy despacio,
Y la puerta se cerraba de nuevo
Se oía el caer de las gotas constantes,
¿Llovía?
No porque como otra mañana el suelo era dueño de un tapiz de puntos rojos que tenia que limpiar.