domingo, 24 de abril de 2011

... Noche de estrellas... El dolor...

Ayer  fue una noche hermosa, sin igual… tranquila con un ávido silencio… una gran noche de estrellas y de una plena oscuridad mágica y astral… pero todo es arruinado por los estúpidos pasos… esos pasos que solo escuchaba cuando sentía dolor en mi mente, en mi corazón… un dolor que odiaba con toda mi alma, un dolor difícil de olvidar… entonces al pensar tanto en ese dolor no me percate de que en mi mano sostenía muy fuerte un pequeño vidrio de alguna botella de cerveza que alguien había roto contra el suelo… lo presione con tal fuerza hasta q de repente sentí como la sangre brotaba de la palma d mi mano hasta que me comenzó a arder, entonces me puse a pensar como mi mente se  sedaba tanto al pensar en muchas cosas, problemas, etc.… y así fui sacando mas y mas conclusiones hasta que olvide el dolor que en mi mente y corazón que sentía…  Ayer estuve recostado sobre la dura y maltratada acera de la vieja y pequeña  calle del barrio escuchando los mismos pasos que oía cuando era pequeño… esos pasos que cuando era pequeño me aterraban hasta el punto de hacer latir mi corazón con tal rapidez y desesperación que podía oír claramente todos y cada uno de mis latidos… era un miedo a todos los demás miedos que mi ser era capaz de sentir, un miedo que en verdad me aterraba, pero hasta un punto que me tranquilizaba el alma… Ese miedo me tranquilizaba en cierto modo porque me hacia olvidar el dolor que sentía mi frágil y débil cuerpo… el asqueroso y visceral dolor que invadía mi ser cada día  de mi inútil vida… había encontrado una forma de apagar mi dolo  y fue así que empecé a controlar mi dolor, con cada miedo encontrado cubría por completo el dolor… entonces me pongo a pensar que siempre ha sucedido así hasta entonces… cada miedo que tenia, por más estúpido que fuera lo ocupaba para cubrir hasta la más pequeña parte de ese repugnante dolor que sentía… Ocupo así cada miedo que tengo para sedar temporalmente el dolor, pero después el miedo comienza a hacerse más profundo y aterrador y por lo tanto más penetrante e insoportable aunque en el fondo sabia que eran cosas estúpidas, iverosímiles, sin sentido, y me veo en la necesidad de acabarlo, pero no sé cómo, entonces intento acabarlo ahora con el dolor que aun sentía cada día y así  fui acabando el dolor con el miedo y el miedo con el dolor…  pero la vida es dura y difícil… mas y mas problemas  y nuevamente el punzante dolor en mi ser, pero esta vez con más fuerza y brutalidad que  nuevamente tuve que acudir al miserable y macabro miedo para acabar temporalmente con el dolor y así nuevamente voy juntando cada uno de mis miedos y usándolos en contra del dolor y podría decir que entonces que cada vez que combatía mi dolor ocupaba un miedo y ese miedo jamás podía volver a ser utilizado, entonces ese miedo era erradicado de mi ser y mi mente de modo que me era imposible recobrar ese miedo, y así cada miedo que usaba en contra del dolor desaparecía de mi y por lo tanto cada vez iba teniendo menos miedo a cualquier cosa, a la vida, a la muerte, al todo, a mi mismo… un día me di cuenta de que ya no tenía ningún miedo… NINGUNO!!... no había un solo miedo que pudiera utilizar para evadir mi dolor que aun sentía… y nuevamente me veo obligado a buscar otra tonta manera de acabar con mi dolor… busco de mil maneras, pero ninguna parece ser la indicada… entonces recuerdo aquella noche de estrellas en la que sostenía aquel vidrio en mi mano con tal fuerza… así encontré una manera sutil de controlar mi dolor sin tener que buscar desesperadamente algún otro miedo escondido dentro de mi… así empecé a usar el dolor para acabar con mi dolor… era así… un dolor, por más estúpido que fuera  lo usaba para olvidar otro dolor y así iba acabando un dolor con otro dolor hasta que  entraba en un círculo vicioso donde el dolor acababa, pero entonces volvía a surgir… entonces sucede lo que antes ya había pensado Un dolor quita otro dolor, elimina aquel dolor que implica el término del placer. El sufrimiento se vuelve placer porque nos libera del otro sufrimiento que consiste en el fin del placer; cuando este placer termina queda un vacío insoportable y el placer, por propia definición, por esencia, siempre finaliza. En cambio el dolor es prolongable a voluntad y, por eso, termina por volverse placer, esto es, porque no finaliza (depende de nuestra voluntad)… así ocurrió todo… desde aquella noche de estrellas mientras el dolor de un vidrio lastimando mi mano acababa destruyendo el que sentía mi mente y mi corazón… 
SADICO



"No hay ninguna clase de sensación que sea más viva que el dolor"
                                               Marques de sade

No hay comentarios:

Publicar un comentario