domingo, 24 de abril de 2011

... EL asesino tiene miedo a ser asesinado, pero le gusta el dolor Pt 2...

A pesar de todo seguía vivo… pero en un profundo sueño…  ella ha acabado con mi vida pensé… pero es que aun me siento vivo!! Y a pesar de todo lo que me hizo, no he sentido nada!! Ahora ansiaba saber lo que se sentía ser asesinado… pero, pensar eso también me causaba miedo… miedo a sentir el dolor que pude haber sentido aquella noche…  pero ¿porque tengo miedo? Tal vez ese dolor que tenía miedo a sentir acabaría con el dolor que sentía por haberte robado tu vida… Un dolor quita otro dolor, elimina aquel dolor que implica el término del placer. El sufrimiento se vuelve placer porque nos libera del otro sufrimiento que consiste en el fin del placer; cuando este placer termina queda un vacío insoportable (bueno, no tan insoportable, pero bastante desagradable, aunque a veces es insoportable) y el placer, por propia definición, por esencia, siempre finaliza. En cambio el dolor es prolongable a voluntad y, por eso, termina por volverse placer, esto es, porque no finaliza (depende de nuestra voluntad).
El dolor que queremos eludir es el del fin, el de la muerte y por eso preferimos el dolor de estar vivos. Atrapados entre el dolor y el dolor, entre el dolor y el placer, entre la vida y la muerte, entre la plenitud y el vacío.
Si nos ponemos a hilar fino, sadomasoquistas como yo, en el fondo, tenemos un ansia desorbitada de placer eterno, pero como este gozo no es eterno lo convertimos en dolor, para así tenerlo siempre cerca, al alcance de la mano, casi acariciándonos y a nuestra vista. Un ansia de vida a través del sufrimiento, con migajas construimos una vida, con piedras nos hacemos una cama para dormir.
Vamos no tengo porque tener miedo al dolor… Sé que estoy vivo… pero ahora me siento solo en este lugar… y nada parece ser normal… Nuevamente te vi pasar caminando por una gran avenida con el mismo vestido de seda teñido de rojo… Sé que nada de esto es real, pero… es que realmente me siento vivo… Es de noche… y parece que siempre lo es en este lugar… hay muchas personas… todos con la misma expresión en sus caras… Las mujeres y hombres…  callejeros y marginales aspiran pegamento para luego rayarse los antebrazos con navajas. Las cicatrices de unidades pasan a ser decenas y luego centenas. Todas son rayas en el mismo sentido y en ambos brazos. Por angustia lo explican ellos (Un dolor quitará otro dolor y así se llenan de dolores rayándose los antebrazos).

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