jueves, 28 de marzo de 2013

Música, libros e ideas.



"En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco."
Piotr Ilich Chaikovski




Era hora de que las nubes danzaran,
Si! Danzaran como lo hacían pocas veces cada cientos de años.
Algunas relampagueantes gotas le avisaban que no era un sueño,
Pero entonces el cerraba los ojos y se perdía un poco.
Ella estaba ahí sentada frente a su reflejo. Miraba las partituras.
Las flores crecían abriendo y cerrando los pétalos fantasmagóricamente,
Las peceras estallaban lanzando miles de cristales a todos lados,
Los peces se dispersaban en todas las direcciones,
Los focos sacaban sus alas y salían de las lamparas y los lugares recónditos para compartir su luz,
La lluvia comenzaba a hacerse mas intensa cayendo de abajo hacia arriba,
Los grillos salían de su escondite y hacían acompañamientos armoniosos,
Los libros escurrían las palabras y caían en las miradas de los que alzaban la cara para mirar,
Lo arboles morían para nacer y volvían a nacer para volver a morir tan lento como un vals,
El segundo se volvió un año, el año una semana, la semana un día y el día en un gran nada de un todo.
Hasta que... Sus blancas y largas manos cada vez se deslizaban más y más tranquilamente hasta que... Se detenían entre el silencio de una nota y un final.
Entonces. Solo entonces el volvía a sentir el agonizante calor y la desesperación de tener que regresar a sus comunes pensamientos.

Ella tomo las partituras y salió, diciendo:
    —  Vuelvo mañana  Srta. Wendy, que tenga un bonito día lluvioso.

Después de un rato él se levanto de su sillón y salió diciendo:
    —  Nada como un poco de música para perder la realidad ¿No Wendy?, hasta mañana, que tengas un lindo día lluvioso.

Eduardo Padilla M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario