domingo, 1 de mayo de 2011

... El asesino tiene miedo a ser asesinado, pero le gusta el dolor Pt 3...

Las calles eran enormes… viejas, sucias, sin color alguno… Hay un delirante silencio… Me siento vivo!!! Pero quiero salir de aquí… Quiero irme de aquí, irme de este lugar, nunca más volver, caminar y no detenerme, perderme entremedio de cerros y quebradas, peregrinar por la carretera... No puedo explicarme, no tengo las herramientas para hacerlo, por eso nadie entiende. Quiero morir!!! Asesínenme!! No soporto estar lugar… Puedo ver tus pies… nuevamente eres tu… con el mismo vestido de seda teñido de rojo… me clavas la mirada… y no puedo evitar mirarte a los ojos… puedo notar que aun traes la navaja con la que acabamos nuestras vidas… entonces una sonrisa macabra se vislumbra en tu rostro… conocía esa mirada… sabia tus intenciones… y… no me importo… tal vez esta es la única forma de salir de este lugar… pero nuevamente el miedo invade mi alma… mi ser reacciona antes de que atravieses mis entrañas con la navaja…  Trato de correr como lo hacía antes, con el firme propósito de acelerar al punto de sentir el viento fresco sobre mi rostro (lo que es mi placer) más no puedo. Cada vez que acelero un ahogo y pesadez de piernas me viene y me impide el avance; me esfuerzo, quiero vencer la dificultad, pero conforme lo intento el agotamiento es mayor en sentido directamente proporcional a la aceleración… al cansancio me vence dejándome tirado sobre el suelo… me reincorporo  lo más rápido posible, pero antes de que me ponga de pie ya estas frente a mi… me lanzas un sonrisa seguida de una carcajada macabra… y de un movimiento me atravesó el pecho con la navaja destrozándome el corazón… me apuñalo una y otra vez hasta que inconsciente me dejo desvanecido sobre la tierra…entonces aprovechaste para marcar mis muñecas y cuello con la navaja… Por primera vez sentí lo que era ser asesinado… y el dolor era  tan enervante que tal vez ya no era dolor sino placer… pero aun tenía miedo de seguir con vida… cierro los ojos… creo que ya todo ha terminado…
Abro los ojos nuevamente y me encuentro en tu habitación… la poca luz de la noche que entraba por la ventana, iluminaba tu rostro… en mi mano sostenía una navaja con la que pretendía robarte la vida… y a pesar de las extasiantes ganas que tenia de acabar con tu vida… no me arme de valor para hacerlo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario